El arte de plasmar la poesía del paisaje

Fotografías: Héctor Montes de Oca



A los ocho años, su abuelo le regaló una cámara Contarex de 35 mm, con la que poco a poco empezó a realizar fotografías familiares, que era lo que tenía más a la mano. "Desde entonces, esto fue algo que siempre me acompañó", indica el fotógrafo xalapeño Héctor Montes de Oca, cuya fama ha trascendido fronteras. "Después, en mi educación, que es realmente donde detona el verdadero amor que le tengo a la fotografía, es cuando comienzo a descubrir que es un medio de expresión, que es un medio con el cual puedo comunicarme también. Esto sucede cuando conozco a los clásicos en la Facultad de Arquitectura y cuando veo que el cine neorrealista italiano y los grandes directores mueven y conmueven mis sentimientos; ahí empieza verdaderamente mi percepción hacia el arte y comienzo a descubrir también con la fotografía que puedo comunicarme hasta en dimensiones poéticas".



La primera exposición que montó Héctor, después de estudiar la carrera de Fotografía, se tituló "Magnitud dormida" y las imágenes se acompañaron con un texto de Nacho López; lo demás creó un punto de lo importante que es lograr hacer una fusión con la poesía de Neruda. "Es donde realmente comienzo a vivir, a sentir la fotografía", manifiesta. Añade el brillante profesional de la lente que desde el principio entendió muy claramente que su verdadera vocación iba hacia las artes. "Esto fue un poco de negociación con mi padre, del cual tengo que reconocer ahora y siempre que he contado con su absoluto confianza; siempre apoyándome, dándome un ejemplo de integridad y trabajo, el y mi madre son las personas que siempre creyeron en mi por lo cual hoy les ofrezco un homenaje y brindo mi trabajo pues soy producto de su amor y paciencia.



Actualmente, dice, sabemos que sí se puede vivir como fotógrafo, como cineasta, "pero hace 25 años esto era un poco de incierto y hablamos de una ciudad como Xalapa. Fue una negociación que sirvió muchísimo para mi formación académica; lo he platicado varias veces con mi padre y él reconoce que en este sentido yo tuve la razón, que mi verdadera vocación era la plástica, más que la construcción, el hecho de tener que trabajar como arquitecto. Fue un paso muy importante en mi vida profesional". Lo primero que comenzó a realizar fue el paisaje y actualmente es lo que hace y lo que más se le reconoce, lo que vende, aunque en la disciplina de la fotografía ha hecho bastantes cosas, desnudos, retrato, pero lo que le apasiona, le motiva y le llena como profesional, como artista plástico, es el paisaje.



Retomando la idea de su formación académica, cuando terminó la carrera de Fotografía no halló dónde integrarse, porque sus conocimientos en ciertas áreas eran bastos y en otras, nulos o mínimos. "Entonces fui a la ciudad de México y después viajé a Europa con la idea de aprender más, seguir complementando mi vocación como profesional. Y en efecto me resultó muy difícil integrarme a un tipo de trabajo, primero haciendo fotografía de casting, de arquitectura, para revistas y diferentes medios. En principio, sí resulta difícil vivir de esto". Fue hasta varios años después, a su regreso de Europa, ya con varias maestrías, cuando le ofrecieron un buen trabajo en un lugar con un gran nivel en fotografía: la Secretaría de Marina, donde se hizo cargo del departamento en cuestión. "Eran cerca de 200 personas con las que trabajaba allí, en lo referente a cine, televisión y fotografía; editamos ocho revistas, diarios, en fin, muchas cosas donde verdaderamente conocí el quehacer de un fotógrafo y de un editor de fotografía". Pero su verdadero objetivo estaba más allá de las fronteras de México y decidió buscar opciones en diferentes compañías, hasta que llegó a Eastman, en la cual pudo integrarse de una manera fácil a la comercialización en Estados Unidos. Ahí sigue actualmente y puede decir que vive bien de la venta de fotografías en galerías de Los Angeles, San Francisco, Nuevo Orleáns y Nueva York, donde su trabajo de blanco y negro es realmente apreciado.



Afirma el fotógrafo veracruzano que el mercado extranjero es descarnado, por la enorme cantidad de intereses que se manejan en la actualidad. En Estados Unidos, para poder sumarse al grupo de trabajo de National Geographic tuvo que realizar una negociación compleja, con una compañía que lo representó y ayudó a integrarse, "pero al mismo tiempo me presionó, para que se reconociera el trabajo de un latino, porque increíblemente esto era una limitante y nunca se había dado que un latino entrase ahí. Sí es complicado y, a veces, desmotivante, pero cuando logras entrar a este circuito, todo se simplifica porque a partir de esto ya decides cuál trabajo quieres hacer, en lugar de tener que andar siempre con tu portafolios bajo el brazo, tocando puertas, visitando empresas, lo cual a veces te cierra las puertas.



"Creo que mi vida en este sentido se ha vuelto mucho más fácil porque ahora no tengo que promover mi trabajo, sino que me llegan proyectos importantes, como es el caso de hacer portadas para discos de jazz, new age, música clásica, un trabajo de alrededor de doscientas fotografías, muchas de las cuales tengo archivadas y otras que quieren que se hagan. Va a ser para una colección que se llama Blue Note" y como él dice, el éxito ha llegado, pues basta recordar que Héctor Montes de Oca expuso 122 fotografías en el la capital del arte (El Palacio Bellas Artes de la Ciudad de Mexico) en octubre de 2004.





Montes de Oca trae entre manos un nuevo proyecto de fotografía digital que, comenta, obedece básicamente a que con esta nueva herramienta puede comunicar su sentir. "Puedes también comunicarte por medio de la manipulación de las imágenes, pues logras de alguna manera poner todo en donde quisiste, con precisión. Cuando estás fotografiando paisajes, siempre hay algo que aparece ahí, situaciones que no sabes cómo modificar; ahora tenemos una herramienta con la que podemos hacer lo que queramos. Claro, debes tener conocimiento de lo que estás haciendo, porque actualmente cualquiera que tenga una cámara o un programa digital puede modificar la imagen; algunos van haciendo una especie de cómics, anexando fotografías, pero esto se vuelve algo incomprensible, algo que no tiene pies ni cabeza; sencillamente resulta una especie de collage, pero nada tiene que ver con el conocimiento del sistema y de la plataforma que se maneja. Uno como artista plástico, con una experiencia bien sólida, sabe qué es lo que quiere hacer".



Para Héctor, la fotografía digital constituye una manera de hacer todo aquello que siempre se deseó, pero para lo cual no había herramientas que lo permitieran. "Ahora puedes modificar, manejar color, blanco y negro, lo que tú quieras nada más. De hecho, hay que cuidar mucho más la imagen, tener control absoluto sobre ella para llegar a un punto donde se puede comunicar todo lo que uno quiera, lo que muchas veces trabajando de manera analógica no se podía hacer. Actualmente, mi trabajo digital tiene muchísimo que ver con años de experimentación, de conceptualización y principalmente de manejar puntos de fuga que tienen que ver con una nueva óptica, con una búsqueda que en mi caso es interminable, pero que sí se presta con esta herramienta potente para poder trabajar la fotografía".





Piensa que la fotografía digital llegó para quedarse y esto se puede comprobar viendo cómo trabajan los profesionales, por ejemplo, los reporteros gráficos, que envían en instantes las fotos que han tomado y, así, pueden hacer más, cubrir más eventos, tienen más trabajo porque lo hacen mucho más rápido. Por otra parte, añade, en la actualidad todo está vinculado a Internet y la fotografía, obviamente, así se requiere y se maquila de una manera muy rápida. Sobre el particular indica Héctor Montes de Oca que las páginas virtuales importantes que conoce, normalmente están siempre añadiendo fotografías nuevas, por lo que hay una gran necesidad de imágenes. "Que las paguen o no es otro punto, pero sí hay más requerimientos en la fotografía; ahora para el trabajo de casting, de portadas, generalmente con los backs digitales, se obtiene una excelente calidad; se puede trabajar con la computadora al lado y estar viendo la imagen rápidamente, y eso hace que trabajes de manera más profesional". Afirma que el tema de la fotografía de copyright es muy difícil en México, porque si se entabla una demanda, el juicio resulta muy complejo y tardado, mientras que en Estados Unidos, por el contrario, muchos viven uno o dos años de lo obtenido al ganar una demanda. "Por ejemplo, supe de una compañía a la cual le pidieron 200 mil dólares por usar una sola imagen, y los tuvo que pagar; con eso se da uno cuenta de que todos lo fotógrafos que manejamos un copyright, si a nivel nacional o internacional nos plagian una foto y lo podemos comprobar, ya la hicimos, como dicen por ahí, porque eso representa mucho dinero. Por eso obviamente tienen mucho cuidado quienes manejan las páginas serias de respetar los derechos de autor y tener muy en orden los papeles del copyright".



Entre sus más recientes proyectos está trabajando en la elaboración de las imágenes que ilustrarán un calendario enfocado a despertar conciencia sobre la protección de los animales. Participan en este almanaque, personalidades ligadas desde siempre a la causa como los escritores Sergio Pitol, Emilio Carballido, Carlos Monsiváis, Fernando Vallejo y Elena Poniatowska, artistas plásticos como José Luis Cuevas y Leticia Tarragó, y figuras del ámbito teatral como Rocío Sagaón, Abraham Oceransky y Hosmé Israel, entre otros.

1 comentario:

Hector Flores dijo...

Hola Hector, tocayo, me encanto todo lo que expresas, todo esta muy bien planteado, lo puedes ver en tus mismas fotografias el cambio cuando comenzabas y cuando ya andabas en nacional geographic, wow me inspiras totalmente, un dia quisiera poder conocerte en persona y que me platicaras mas hacerca de ti, vivo a 20 mins de Toluca, edo de Mexico si un dia estas cerca llamae...wow

gran inspiracion contigo bendiciones para ti


espero me puedas mandar mas galerias tuyas, me encanta esa foto donde dice mexico que divide dos fotos de paisaje...
Hector Flores